“Eso no funcionará, muchacho”,

retumbó su voz.

“¿Quién está ahí?”.

Mientras James estaba inmerso en una feroz batalla, de repente llegó un sonido que lo asustó. Después de derribar algunas Encarnaciones del Camino Celestial, se dio la vuelta y buscó la fuente de la voz.

A lo lejos había un hombre de mediana edad parado en el aire. Llevaba una armadura negra hecha trizas y parecía estar en un estado lamentable.

Justo cuando James estaba a punto de preguntarle al hombre a qué se refería, el enemigo lo golpeó en la espalda. La fuerza aterradora lo envió volando e inmediatamente sufrió heridas. Con cuidado de no bajar la guardia, se concentró en luchar con todas sus fuerzas contra las Encarnaciones del Camino Celestial y estabilizó la situación.

Al mismo tiempo, preguntó: “¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?”.

A lo lejos, el hombre sonrió ligeramente al decir: “No es necesario que sepas quién soy. Debes considerarte afortunado de haberme encontrado. De lo contrario, nunca superarás esta t