"¡Ja!".

James lanzó una resplandeciente Espada de Energía en respuesta a las burlas del general.

La Espada de Energía voló hacia el Gran Mariscal y estuvo frente a él en un instante. Su armadura era incapaz de resistir el poder de la Espada de Energía y había comenzado a desgastarse.

¡Crac!

Su armadura se hizo pedazos en un segundo.

Antes de que la Espada de Energía tocara su cuerpo, la fuerza ya lo había herido.

El Gran Mariscal quiso retirarse, pero fue completamente sometido por la fuerza de la Espada de Energía. Sentía que lo habían inmovilizado y que cualquier movimiento que hiciera permitiría que la fuerza de la Espada de Energía destrozara su cuerpo.

Estaba bañado en sudor por los nervios y se rindió rápidamente a James. "¡Espera! ¡No lo hagas! ¡Daré la orden! Ordenaré inmediatamente a mis tropas que se retiren".

Al oír estas palabras, James disipó su Espada de Energía.

El Gran Mariscal de Korinth dejó escapar un suspiro de alivio. Extendió la mano para secarse el sudor