“¡Mamá, eso es absurdo! ¿Cómo podría hacer algo así?”. Thea lloró, sintiéndose agraviada.

‘No pasa nada si el Abuelo no me cree, pero incluso mis propios padres dudan de mí’, pensó Thea.

“Mamá, confío en que Thea no haría esas cosas. Debe ser la familia de Howard haciendo algo sospechoso”, dijo David.

Alyssa asintió en señal de acuerdo. “Estoy de acuerdo. Nuestra familia tiene el cincuenta por ciento de las acciones de la empresa familiar, y Thea recuperó el puesto de presidenta ejecutiva. Howard siempre ha tenido el control del negocio familiar, así que, ¿cómo podría estar dispuesto a renunciar a él?”.

“Ja”, suspiró Glayds.

Inicialmente, Gladys pensó que estaban a punto de tener una buena vida y nunca esperó que sucedieran tantas cosas.

“¿Realmente no estoy destinada a ser una esposa rica en esta vida?”.

“¿Qué tal si montamos nuestra propia compañía? Con las capacidades de Thea, seguramente podemos hacernos famosos en la capital de la medicina, Cansington”, sugirió James.

“Es