Leandro dijo con una sonrisa: “No hay ningún problema. Después de todo, hemos venido aquí en busca de oportunidades. Les prometo que el Supramundo no acosará a ningún terrícola, a partir de hoy y hasta que se libere el sello”.

Los demás asintieron con la cabeza, mostrando su voluntad de vivir en armonía con los terrícolas.

James continuó: “Como ubicación del sello, el Monte Bane es el lugar más misterioso de la Tierra. Por lo tanto, muchos objetos mágicos aparecerán aquí. A partir de hoy, los terrícolas podrán entrar en el Monte Bane como les plazca. Está prohibido restringirles el acceso”.

Los demás miraron a Leandro.

El Hijo del Cielo era el más grande entre los que venían del Supramundo. Mientras tanto, como mayordomo del Hijo del Cielo, las palabras de Leandro podían interpretarse como los deseos del Hijo del Cielo.

Leandro lo contempló por un momento antes de decir: “No tengo ningún problema con eso. Sin embargo, los terrícolas tienen prohibido entrar en las inmediacione