Cuando James apareció por primera vez, la Deidad Omnisciente no lo sintió.

Ahora, podía sentirlo.

El aura de James era diferente a la anterior. En este momento, su aura estaba contenida. Solo se podía detectar su suave respiración, no la ondulación de su Energía Verdadera. En un instante, se dio cuenta de que James lo había logrado.

La Deidad Omnisciente se puso de pie conmocionado. Fijó su mirada en James.

“Ujum”. James asintió ligeramente con la cabeza.

La Deidad Omnisciente respiró hondo.

Fue demasiado rápido. Hace unas dos semanas, James todavía le preguntaba sobre el noveno rango. Nunca esperó que en solo dos semanas avanzaría al noveno rango.

Le vino a la mente su propio viaje hasta el noveno rango. Fue embarazoso.

Sin embargo, también se sintió aliviado, ya que James era la única persona después de él que lo había logrado por su cuenta.

Ya fuera el Príncipe de la Montaña Orquídea o el Cielo, todos tuvieron que confiar en algo más para llegar al noveno rango. A pesar de