El dragón era una fuerza a tener en cuenta.

Un solo golpe bastaba para causar un daño tan destructivo.

Thomas estaba cubierto de sudor frío después de esquivarlo. Si hubiera sido golpeado, se habría hecho pedazos.

En ese momento, Zekiel se aferró a la Espada del Fuego Infernal. Su espada era como una bola de fuego, brillando con una ardiente Espada de Luz roja. Se lanzó hacia el dragón increíblemente rápido y le clavó la espada en el costado.

Sin embargo, antes de que pudiera acercarse al dragón, éste se dio la vuelta, creando una enorme ráfaga. Zekiel fue arrastrado por el fuerte viento y no pudo encontrar el equilibrio. Rápidamente hizo circular su Energía Verdadera y retrocedió.

La intensa batalla siguió desarrollándose en el cielo.

Ninguno de los artistas marciales utilizaba su técnica característica y parecían estar tanteando el terreno, sin apenas esforzarse en la pelea.

Todos tenían la misma idea: conservar al máximo sus fuerzas.

Sabían que habría una feroz batalla despu