Los dos simplemente tomaron un puñado de raciones y subieron a la balsa. Entonces, Cielo empezó a usar Energía Verdadera para propulsar la balsa hacia delante, mientras la dirigía cuidadosamente en la dirección correcta.

Consiguieron recorrer cien kilómetros en una hora.

Al pasar una hora, el cielo ya estaba oscuro.

Un vendaval soplaba mientras olas de decenas de metros de altura chocaban contra la costa.

Cielo detuvo la balsa y la ató en su sitio. Seguidamente, se giró para mirar la isla que tenía delante y dijo: “Este debe ser el lugar. Según el mapa, aquí hay un abismo en el que reside el dragón. Sin embargo, se trata de información de hace un milenio. Las cosas pueden haber cambiado”.

James observó los alrededores mientras decía: “Esta isla es enorme. Separémonos y exploremos los alrededores. Yo iré por aquí. Regresaremos aquí al amanecer, encontremos lo que encontremos”.

“Me retiro, entonces”.

Cielo no perdió más el tiempo y se dio la vuelta para irse. James hizo lo