James regresó a la Clínica Común.

Al entrar en la clínica, escuchó que alguien hablaba por teléfono.

“¡Te quiero! ¡Mua! Muy bien. Me tengo que ir. Escuché que alguien regresó, debe ser James. Voy a colgar ahora. Adiós”.

Henry colgó el teléfono cuando James entró en la clínica.

Inmediatamente se puso de pie y preguntó: “¿Cómo te fue, James? ¿Has visto a Thea?”.

“Sí, pero me echo”.

James se sentó abatido.

“No te preocupes, ten un poco de paciencia. Si no te importa que te lo diga, James. Creo que tu aspecto actual no te está ayudando nada a recuperarla”.

“¿Ah, sí?”.

Henry dijo: “Claro que sí. Piénsalo, Thea no tiene recuerdos de los últimos años y solo puede recordar acontecimientos de cuando tenía dieciocho años. Eso significa que su mentalidad actual es la de una chica de dieciocho años. ¿Qué crees que les gustaría a las chicas de esa edad? Les gustan los hombres pulcros y encantadores. Mírate. Eres un desastre”.

“Tienes razón”.

James finalmente cayó en cuenta.

No había cor