Thea lo agarró a tiempo y dijo en voz baja: “Estoy bien”.

Thomas no se marchó. “Es posible que Thea haya absorbido toda la energía de la sangre”, dijo después de reflexionar un rato. “Es por eso que ella está así. Solo hay una forma de salvarla ahora. Es decir, matar al dragón. Usando la sangre del dragón…”.

“Llevas mucho tiempo planeando esto, ¿no es así?”. James miró a Thomas con frialdad mientras decía lentamente: “Sabías desde el principio que después de que Thea absorbiera la energía de la sangre, su sangre perdería su vitalidad y la capacidad de regenerarse. Tu objetivo es obligarnos a mí y a Thea a matar al dragón, ¿verdad?”.

“Puedo dejarlo pasar cuando manipulas a otros. Pero soy tu nieto, ¿y estás tratando de manipularme incluso a mí?”, rugió James.

“No”. Thomas explicó: “Ya sea que me creas o no, nunca te engañé. Tampoco quiero que te involucres. Sin embargo, ya tienes el Matadragones. Fue creado específicamente para matar a un dragón. Tendrás muchas más posibilidades de