El muro de piedra, de aspecto ordinario, medía unos cincuenta metros de alto y treinta de ancho.

Mirando el muro de piedra, la expresión de Thomas delataba la emoción que sentía.

Cuando abriera el muro de piedra, podría entrar en las profundidades de la Caverna de Nieve y localizar a la Tortuga Espiritual. Después de atraer a la criatura, la mataría y obtendría su sangre. Lo más importante era que los registros de las cuatro pinturas dejadas por el Príncipe de la Montaña Orquídea revelaban que la Tortuga Espiritual había vivido durante miles de años. Después de consumir su bilis, uno ganaría una fuerza tremenda.

La expresión de Simon se volvió sombría. Como habían pasado mil años, no estaba seguro de si la Tortuga Espiritual seguía viva, ni de su fuerza. Tampoco tenía ni idea de si los artistas marciales de afuera podrían matarla con éxito.

Respiró hondo y caminó hacia el muro de piedra.

Luego, saltó a la parte superior, donde se podía ver una roca que sobresalía. Catalizó En