Él era el Demonio de la Espada; ¡Qué impresionante era eso!

Darryl se quedó sorprendido cuando escuchó eso.

Ford también estaba sorprendido que Jewel lo hubiera reconocido. Sonrió con frialdad y dijo: "No esperaba que la gente todavía se acordara de mí después de estar atrapado aquí durante casi diez años".

Ford miró a Darryl de cerca. "Joven, cuando usé mi espada hace un momento, pude sentir la pureza de tu energía interna. Es diferente a la de las Cuatro Sectas Principales. ¿Quién eres?".

Darryl respiró hondo. ¿Él podía sentir eso?

Ese hombre tenía un intimidante poder.

Mientras pensaba en ello, Darryl dijo: “Soy un don nadie”.

Justo cuando Darryl dijo eso, Jewel dijo con orgullo: "Mi maestro es un gran hombre. No solo es poderoso, sino que también puede escribir poemas. Incluso el anciano de la Secta Artemisa perdió contra él.

"¿Es él tan poderoso? Ni siquiera pudo defenderse de mi espada", dijo Ford con frialdad.

Darryl se rio; esa era la realidad. Aunque el hombre era un