“El Palacio Fuyao está aquí...”.

Todas las sectas principales miraron la situación ciegamente mientras comenzaban a discutir.

Muchos hombres centraron su atención en las Siete Hadas; ellas eran simplemente irresistibles.

Cada una de las siete Maestras del Palacio tenían rasgos faciales únicos, cuerpos sexis y también tenían sus propias ventajas. Todo el mundo no pudo resistir la tentación de mirarlas mientras estaban paradas allí.

Ellas eran hermosas, seductoras y sexis. ¡Incluso las mejores palabras del mundo eran inadecuadas para describirlas!

“Darryl, estamos aquí para ayudarte”, la Pequeña Hada sonrió y miró a Darryl mientras llegaba frente a él.

Las palabras de despedida de Darryl cuando dejó el Palacio Fuyao dejaron una impresión duradera en el corazón de las hadas.

Él dijo que si un practicante de artes marciales no podía conectarse con el mundo, entonces ¿cuál era el punto de sus excelentes habilidades en las artes marciales?

Por lo tanto, después de que Darryl se fue,