“Ella estaba cruzando la calle corriendo; ¡se lo merecía!”, Don agregó con arrogancia.

Samantha se puso furiosa cuando escuchó esas palabras, pero no se atrevió a contradecirlo.

Él era el hermano de Angela. Solo una llamada telefónica de su hermana era suficiente para que las personas de la sociedad oscura de Ciudad Mar del Este buscara venganza por ella.

El resto de los miembros de la familia Lyndon también sintieron que Don era demasiado arrogante, pero ninguno de ellos se atrevió a decir una sola palabra.

Finalmente, Elsa no pudo soportarlo más. “Lily estaba usando el paso peatonal cuando el semáforo estaba en verde. ¿Y tú? Pasaste el semáforo en rojo. ¿Todavía crees que estás en lo correcto?”.

Todos en la Ciudad Mar del Este sabían sobre las dos hermosas damas de la familia Lyndon, Lily y Elsa. Elsa era valiente y amable; no le tenía miedo a Don.

Justo cuando Elsa habló, una mujer tiró de sus brazos y agitó su cabeza mientras decía en voz baja, “Elsa, deja de hablar”.

Angela