En el instante en que apareció el trono dorado, una nube arcoíris apareció en el cielo. El extraño e inusual suceso hizo que todos alzaran la vista.

Al mismo tiempo, el Maestro Magaera también se detuvo cautelosamente.

'Nubes arcoíris... Un trono dorado... ¿Podría ser que Su Alteza Real esté descendiendo sobre los Nueve Continentes?'.

Justo cuando el Maestro Magaera reflexionaba para sus adentros, las nubes se disiparon lentamente y el trono dorado se hizo más visible. Se podía ver una hermosa figura sentada sobre él.

Vestía una túnica dorada, tenía una mirada solemne e irradiaba una fuerte aura de realeza.

Era el Emperador del Cielo, Aurin.

Detrás del trono dorado había nueve guardias de élite del Palacio Imperial del Cielo. Estaban allí en silencio, irradiando una silenciosa autoridad.

Al darse cuenta de que se trataba realmente de Aurin, el Maestro Magaera y los miles de soldados sintieron que el pecho les retumbaba de sorpresa mientras permanecían atónitos.

Los discípulos d