Desde que salieron del abismo, Scitalis se había estado resistiendo a sí mismo. ¿Cómo era posible que entregara a Debra y Raquel a otra persona así como así?

Debra y Raquel se quedaron estupefactas al ver lo absurdo y atrevido que era Scitalis al tender una emboscada al general. Sin embargo, no podían negar la emoción por cómo habían salido las cosas.

'¡Sí! ¡Peleen! ¡Una vez que ambos bandos pierdan, podremos escapar!', pensaron.

Hasta ahora, Debra y Raquel no se habían dado cuenta de que el general que tenían delante era Darryl.

'¡Maldita sea!'. Cuando Scitalis emboscó a Darryl por la espalda, la ira le hizo hervir la sangre. Rápidamente se giró y levantó las palmas de las manos para chocar con las de Scitalis, y se oyó una fuerte explosión al chocar sus palmas. La poderosa fuerza envió ondas por toda la cueva y arremolinó una nube de polvo.

Cuando el polvo se levantó, Darryl y Scitalis gruñeron al salir despedidos varios pasos hacia atrás. Obviamente, ninguno de ellos tenía vent