Sin embargo, en ese momento se escuchó un débil sonido de pasos en el camino de montaña fuera de la sede de la Secta Shaolin. Los pasos eran inconfundibles, como si no tuvieran miedo de ser descubiertos por los seguidores de la Secta Shaolin.

Cientos de hombres de negro se acercaron lentamente bajo la luz de la luna unos segundos después.

Esos hombres de negro, uno por uno, exudaban una poderosa aura, con espadas largas colgadas de sus cinturas; todos con sus rostros ocultos. Obviamente, no eran gente corriente y el líder, que era alto y ancho de hombros, tenía una luz aterradora en los ojos.

Sí, el líder era Forsythe.

Hace medio día, el Archidemonio Antígono le había ordenado que se disfrazara como un miembro de la Puerta del Elíseo para provocar a las sectas principales. Su primer objetivo era la Secta Shaolin.

¡Fuuu!

Cuando estaban a punto de llegar a la entrada de la montaña, varios discípulos de la Secta Shaolin que estaban de guardia allí encontraron inmediatamente a Forsyt