Darryl curvó el labio para mostrar una simple sonrisa. Su túnica se mecía con la brisa y estaba ileso.

‘Esto...’. Alora se quedó boquiabierta mientras se mordía los labios y lo miraba fijamente. Su cuerpo temblaba. ‘¿Cómo puede ser? No está muerto. El ataque era el más poderoso; la Formación Espada de los Seis Dioses Asesinos. ¿Cómo pudo bloquearlo tan fácilmente? Él es demasiado poderoso’.

A pesar de su sorpresa, el hermoso rostro de Alora estaba decidido. Voló de nuevo hacia Darryl. Si los demás cultivadores se enteraran de que no podían matar a Darryl ni siquiera después de que las Seis Doncellas Espadachinas usaran la formación, se convertirían en el hazmerreír de todos. Darryl tenía que morir, sin importar lo que costara.

‘¿Otra vez?’. Cuando Alora voló hacia él, Darryl sonrió. “No hay ninguna manera de que puedas matarme. Es mejor que te rindas”. Hablaba tan insignificantemente como si no fuera gran cosa.

“¡Cállate!”, gritó Alora. La espada larga en su mano se balanceó como u