Los discípulos que custodiaban la entrada del Reino Secreto Divino estaban atrapados por la Formación de los Cinco Elementos y la entrada estaba casi vacía.

Pronto llegó a la entrada y no pudo evitar aspirar profundamente.

Vio una barrera encantada a pocos metros de la cueva. Una extraña oleada de poder la invadía, al igual que la tumba subterránea en la que Darryl había entrado antes.

Con suerte, debería haber una formación de teletransportación dentro...

Se dirigió hacia la barrera encantada.

En cuanto entró, se sintió mareado. Al siguiente segundo, una bola de luz lo envolvió y lo envió lejos.

Tan pronto como Darryl fue teletransportado lejos, escuchó el sonido de unos pasos. Entonces, vio a cientos de personas que se acercaban corriendo con entusiasmo.

Tenían auras fuertes, pero llevaban ropas diferentes. Obviamente, eran del mundo de los cultivadores y no pertenecían a la misma secta.

Si Darryl estuviera allí, se sorprendería.

Entre ellas había una esbelta figura de rasgo