Cuanto más pensaba Ronny en ello, más aterrorizado se sentía. No siguió dudando y se apresuró a decirle a Darryl: “Oye, Derrick, fue mi culpa. Me equivoqué. Perdóname. Por favor, libérame”.

Ronny era reacio a disculparse ante un apostador inútil, pero no tenía elección. Dentro de un rato, esas personas malvadas despertarían. Además, Marvin seguía cultivando en la cueva de al lado.

Ronny tenía que ceder para salvar su propia vida. Su rostro estaba excesivamente sombrío cuando se inclinó para disculparse.

‘Maldita sea, Derrick, tonto. ¡Solo espera y verás!’, pensó él.

“¡Derrick, por favor!”.

“Sí, sí. ¡Todo es nuestra culpa!”.

“Por favor, desátanos ahora”.

Al mismo tiempo, los otros niños ricos que estaban a su lado también le rogaron a Derrick que los ayudara. Habían perdido su actitud arrogante.

Darryl sonrió. Inmediatamente liberó a Ronny y al resto. Luego, le instó a Selina y Sandra a irse.

“¡Oh, es cierto!”.

En ese momento, Ronny pensó de repente en algo y sudó profusamente