Hackett Lambert no era más que un hombre corriente que tuvo un encuentro único y adquirió más fuerza.

Con eso en mente, Teodoro le dedicó al Archidemonio Antígono una sonrisa torcida. "Ya lo llamé", dijo, con una expresión viciosa inconfundible. "No te arrepientas después".

El Archidemonio Antígono se quedó sentado, con el rostro inexpresivo. "Llama a todos los que quieras".

¡Pff!

Teodoro se mofó en voz baja al verlo actuar así y dejó de hablar.

"¡Teodoro!". Skye se acercó ligeramente a Teodoro preocupada. "¿Es de confianza la persona que llamaste?". Miró a Antígono con miedo mientras hablaba.

Skye no temía en absoluto a Hackett. Sin embargo, por razones desconocidas, Hackett parecía haberse transformado en una persona completamente diferente. El aura que impregnaba su cuerpo era intimidante.

"¡No tengas miedo!".

Teodoro la tranquilizó con una carcajada. Su rostro estaba lleno de confianza. "Mi maestro es de la familia Stanford y es el discípulo mayor de la Secta Shaolin. Su fu