¿Qué?

El pecho de Yarl palpitó con sorpresa. Su alegría inicial desapareció al instante y su expresión se ensombreció.

No había pensado mucho en Morticia desde la noche anterior, ya que había tenido que ocuparse de los asuntos de Cranos. Después de todo, Morticia seguía inconsciente y apenas era una amenaza.

No había esperado que Morticia se despertara.

¿Acaso había desaparecido el veneno en la Mártir Demoníaca? Era vital recordar que Cranos había estado suprimiendo el veneno en ella durante todo el viaje hasta allí.

El miedo de Yarl crecía con el pasar de los segundos. Si el veneno de Morticia se había curado, estaría en graves problemas. Sin duda, el asesinato de Cranos por parte de Yarl tendría consecuencias.

“Tú-”.

Unos segundos después, Yarl se volteó para darle instrucciones a Jarian. “Haz guardia afuera. Voy a echar un vistazo. Recuerda no dejar que nadie se entere de que la Mártir Demoníaca se despertó. Además, no dejes que nadie entre en su habitación sin mi permiso”.