Debido al repentino dolor que le golpeaba el estómago, a Morticia no le quedaban fuerzas. Estuvo a punto de desmayarse cuando Quincy se enteró de que estaba embarazada. Una vez que Quincy supo del embarazo, Morticia confirmó que Quincy la insultaría y atormentaría aún más terriblemente. Sabía que Quincy no dejaría escapar esta oportunidad, ya que la había utilizado para controlar a la Realeza de las Nubes del Sur. Era una gran vergüenza para la propia Emperatriz.

Pensando en eso, Morticia se mordió el labio inferior hasta casi hacerlo sangrar. "Solo... mátame".

Ella prefería morir antes que vivir y ser humillada. La única preocupación era su pobre bebé que no vivió para ver el mundo.

"¿Deseas morir?". Quincy sonrió satisfecha cuando Morticia suplicó la muerte. "No voy a conceder tu deseo. ¡Quiero mostrarte las consecuencias de avergonzarme!".

Dicho eso, Quincy le ordenó a los guardias reales: "Publiquen el aviso real en toda la ciudad de inmediato. Dentro de una hora, esta malvada