¡Pum!

Thoth apareció frente a Darryl en un abrir y cerrar de ojos. Sin vacilar, Darryl levantó las palmas de las manos para recibir su golpe.

Se escuchó un fuerte estruendo cuando ambos golpes chocaron y una onda de energía muy fuerte onduló por la Montaña Pluma de Fénix.

Thoth y Darryl se sacudieron y tropezaron hacia atrás.

Obviamente, ninguno de los dos había logrado imponerse y el choque había terminado en empate.

‘¿Qué?’.

Thoth exclamó sorprendido. Ese hombre se veía terriblemente ordinario, pero sus habilidades eran impresionantes. Además de eso, ese golpe que había dado tenía un poder innato increíblemente fuerte.

¿Cómo era eso posible?

Thoth no sabía que Darryl poseía la fuerza del Loto Rojo, uno de los tesoros más preciados de la Región Divina. El Loto Rojo contenía un sinfín de energía innata, más de la que él podría imaginar.

Ante la sorpresa de Thoth, Darryl permaneció inexpresivo.

"¡Al diablo contigo!".

Al siguiente segundo, Darryl lanzó un rugido enfurecido mie