’M*ldita sea’. Sergio se sintió frustrado y persiguió al ciervo. En un abrir y cerrar de ojos, habían pasado diez minutos y Sergio había gastado todas sus flechas. Ninguna le había dado al ciervo.

Finalmente, Yolanda no pudo evitar fruncir el ceño y preguntó: "Sergio, ¿puedes hacerlo de verdad?".

Al mismo tiempo, Darryl sacudió la cabeza en silencio. 'Sergio es tan estúpido. Es tan arrogante y, sin embargo, ni siquiera puede cazar a un ciervo'.

Sergio se veía avergonzado y se rascó la cabeza mientras forzaba una sonrisa. "No te preocupes. Ese ciervo era demasiado ágil, así que es difícil atraparlo. Pero está bien, pronto se quedará sin resistencia después de que lo haya perseguido".

"Está bien. ¿Por qué no dejamos que Dart lo intente?", dijo Yolanda, haciendo pucheros.

Luego, tomó la mano de Darryl y sus ojos lo miraron con expectativa. "Dart, ¿por qué no intentas hablar con el animal? Seguramente podrás atraparlo".

Darryl soltó una carcajada y sacudió la cabeza. "Eso podría func