La mansión Lyndon.

Era de día, pero toda la casa estaba en silencio con solo los sonidos de la débil respiración de Darryl.

Lily había estado cuidando a Darryl durante mucho tiempo y estaba extremadamente agotada, pero aún así aguantaba.

Estaba esperando un milagro en el que Darryl abriera los ojos y la llamara "Cariño".

Sin embargo, no estaba segura de si llegaría ese momento.

‘Chiiir’

En ese momento, la puerta se abrió de repente y una demacrada Yvonne entró corriendo con una pastilla que irradiaba un brillo resplandeciente en su mano y rápidamente dijo: "¡Lily, mira lo que tengo aquí!".

"Yvonne, eso es...".

Lily se puso de pie emocionada cuando vio la píldora en la mano de Yvonne.

"¡Es la píldora Nueve de la Resurrección!", Yvonne exclamó con alegría y ansiedad mientras se acercaba rápidamente a la cama y colocaba la pastilla en la boca de Darryl.

¿Píldora Nueve de la Resurrección!?

Lily se quedó atónita por un momento antes de sentirse encantada. Ambas mujeres sonrieron