Aunque Oliver guardaba profundos rencores contra Darryl, también era consciente de que era un hombre justo en lugar de una simple persona que cambiaría de bando. Por lo tanto, Darryl ciertamente no se había rendido a Morticia.

Unas horas antes, Oliver estaba esperando una oportunidad. Sin embargo, el Rey Tortuga Negra se quedó en su tienda y no pudo encontrar un momento. Hasta que llegó la noche y Oliver vio que el Rey Tortuga Negra se había ido, supo que era su oportunidad.

El plan de Oliver era simple. Solo necesitaba una razón para alejar a Darryl de su tienda, y luego poder entrar y registrarla.

Rápidamente, Oliver había buscado a través de la tienda una vez y no encontró ninguna pista. Estaba frustrado, pero cuando estaba a punto de irse, algo llamó su atención. Vio que había un pedazo de papel y una pluma en la esquina de la tienda. Además, la tinta de la pluma no se había secado. Darryl había escrito una carta recientemente.

Este se emocionó y se apresuró. Luego, enterró la