“¡Oye!”.

Mona fue la primera en reaccionar, gritándole con dureza a Darryl. “¿Qué estás mirando? Sigue así y verás cómo te saco los ojos”. Ella remató su oración con una mirada feroz.

Darryl no se inmutó por la amenaza y se echó a reír.

Esa joven tenía un temperamento muy feroz.

“¿Por qué te ríes?”.

Mona estaba prácticamente ardiendo de molestia. Estaba a punto de levantar la mano, pero Lía la detuvo.

“Ya basta, Mona”. Las palabras fueron pronunciadas en un tono suave pero tenían una actitud inconmensurable.

Mona era una mujer que vivía sin miedo, excepto por su hermana. Le lanzó su mirada más malvada a Darryl y se alejó pisoteando.

“Discúlpeme”.

Lía habló mientras sus ojos estaban fijos en Darryl. “¿Quién es usted?”.

“¿Yo?”.

Ante la pregunta de Lía, Darryl simplemente sonrió y no respondió de inmediato. En cambio, respondió con una pregunta. “Ustedes deben ser los Guerreros Demonio, ¿cierto?”.

“¡Sí!”.

Lía asintió. “Mi padre es el Rey Tigre Blanco”.

Junto a ella, Mona int