El General Grunt entró en pánico y comenzó a tartamudear mientras temblaba sobre sus rodillas. “Esos rumores son falsos. La Princesa ya está dispuesta a casarse con Darryl y su boda está a la vuelta de la esquina. ¿Cómo podría codiciar a una mujer que pertenece a otro hombre?”.

El Maestro Magaera reflexionó y dijo: “En ese caso, ¿por qué no me dices la razón por la cual la Princesa se preocupa tanto por tu seguridad?”.

La Princesa cometió un tabú al llevarle un cuerpo de Yang puro al Archidemonio Antígono para su renacimiento con el fin de salvar al General Grunt. Cualquier otra persona sospecharía de ese acto.

El General Grunt se secó el sudor de la frente y dijo en voz baja: “Tal vez... Tal vez sea porque la Princesa sabe que he sido leal a Su Majestad durante muchos años y no tuvo el corazón para verme en problemas y, por lo tanto, fue a rescatarme”.

En ese momento, estaba extremadamente angustiado. No podía admitir su amor por su amada diosa y también necesitaba encubrir su his