Chang Er observó la guerra y sus ojos se llenaron de un sinfín de emociones mientras la ansiedad estaba escrita en sus refinados rasgos.

Desde la muerte del Emperador Hou Yi, Chang Er había renunciado a una vida de riqueza y fama. No podría importarle menos las guerras y las batallas dentro de la comunidad de los cultivadores, y mucho menos ofender a la Región Divina.

Pero al mismo tiempo, no quería presenciar el final de los Carter sin dar pelea.

El cuerpo de Chang Er se estremeció con la necesidad de luchar.

“¡Su Majestad!”.

Zhu Bajie detuvo a Chang Er con una amplia sonrisa en su rostro: “Por favor, no moleste a su precioso y noble ser con tareas tan insignificantes. Déjeme manejarlo”.

Zhu Bajie le lanzó un beso a Chang Er mientras ascendía en el aire, uniéndose a Chester y al resto para luchar contra Grunt.

¡Fum!

Chang Er se sintió avergonzada y enojada, miró de manera irritada a Zhu Bajie mientras su hermoso rostro se sonrojaba.

‘Típico de Zhu Bajie, decir tonterías duran