Darryl se quedó impresionado por su hermoso rostro sonriente. ‘¿Qué está pasando? ¿Acaso la Princesa y Grunt tienen una relación especial?’.

Darryl caminó lentamente hacia ella y comenzó a empujarla en el columpio. En ese momento, él no sabía que Grunt había pasado quinientos años a cargo de la seguridad del País de las Hadas de Jade y que a menudo se reunía con la Princesa Dorothy durante ese tiempo. Eventualmente, se enamoraron pero nunca revelaron sus sentimientos debido a la disparidad en su estatus.

Hace unos días, Grunt le había dicho a la Princesa Dorothy que tenía algo que darle, pero fue enviado a los Nueve Continentes antes de que pudiera hacerlo. La Princesa Dorothy se regocijó en secreto y pensó que finalmente le confesaría sus sentimientos. Ella había estado esperando pacientemente a que él regresara, por lo que, naturalmente, estaba encantada de verlo en el jardín. Por supuesto, ella no tenía idea de que el falso Grunt era Darryl haciéndose pasar por él.

Darryl admiró