“Su Excelencia, pienso investigar la barrera encantada, así que me gustaría pedirle humildemente si puede desplegar a algunos de sus hombres para que me acompañen”, dijo Darryl con sinceridad.

El Rey Tigre Blanco asintió y sonrió. “Esperaba que dijeras eso. Ya es hora de que salgamos de aquí ahora que no hay luchas internas, ya que la Alianza de las Bestias y la Alianza de las Plumas Voladoras se han fusionado”.

Entonces, el Rey Tigre Blanco se dirigió a Fénix Colori y al Pavo Real Lilibet, y dijo: “Asistan a Su Excelencia Darryl en la investigación de la barrera encantada”.

Fénix Colori era la jefa del clan Fénix. Era guapa pero fría, mientras que el Pavo Real Lilibet era la jefa del clan Pavo Real.

“¡Sí, Su Excelencia!”, dijeron ellas al unísono. Sus expresiones eran un poco complicadas. Se sentían un poco en conflicto al recibir órdenes del Rey Tigre Blanco porque no se habían rendido completamente a él. Sin embargo, no les serviría de nada expresar sus descontentos.

Darryl,