A la mañana siguiente, Darryl estaba acostado bajo la manta perfumada con Monica en sus brazos. Cualquier hombre estaría celoso de una escena tan dulce como esa.

Anoche, Monica estaba muy borracha y no lo dejó ir, por lo que Darryl no tenía más remedio que quedarse a pasar la noche. Nada pasó entre ellos anoche porque Monica estaba borracha y Darryl estaba demasiado cansado. Él solo la abrazó para que se durmiera.

¡Ring!

De repente, un fuerte timbre en un teléfono despertó a Darryl de su dulce sueño.

‘Maldita sea, ¡¿quién llamaría a esta hora?!’, él se preguntó.

Darryl abrió los ojos de forma brusca y miró la llamada entrante. En un instante, él frunció el ceño.

“Maldita sea, la identificación de la persona que estaban llamando termina con seis seises. Quienquiera que esté llamando no es un hombre común”, murmuró mientras contestaba el teléfono.

De repente, Darryl escuchó una voz familiar de la llamada.

“Darryl, ¿dónde estás?”, dijo la voz.

Era su tío, Drake Darby, el