"Date prisa, tengo que pagar la deuda de mi suegra". Darryl sacudió la cabeza.

Él siempre se adhería a sus principios.

Tenía que pagar la deuda incluso si Caelan era su subordinado ya que esas eran dos cosas diferentes.

“Maestro de División, deje de ponerme en una posición difícil. ¿Cómo se supone que tome su dinero?”, preguntó Caelan angustiado.

"¿Por qué no?", interrumpió Sophie mientras daba un paso adelante y decía: “¡Gané los dos millones! Caelan, ¿lo habrás confundido con otra persona? ¡Él solo es un yerno residente! ¿Por qué le tienes miedo?”.

“¡Tía, deja de hablar! ¡Por favor!". Caelan se golpeó el pecho justo porque estaba a punto de perder la cordura. Luego se golpeó la cabeza contra el suelo, "Darryl, mi tía no conoce las reglas, me disculpo en su nombre, lo siento...".

Él siguió golpeando su cabeza contra el piso mientras se disculpaba, su frente estaba comenzando a sangrar.

"Está bien, levántate". Darryl hizo un gesto de despedida con la mano.

Sophie finalmente cer