Donoghue estaba de pie en la cima de una colina y tomó una profunda respiración. Contempló la extensión de tierra que tenía delante, como si hubiera vuelto a un mundo nuevo.

Aunque solo estuvo atrapado en el purgatorio durante medio día, la tortura que sufrió durante ese tiempo era inimaginable para una persona normal.

Nunca imaginó que aún podría escapar. Chester pensó que nunca podría volver a los Nueve Continentes y nunca imaginó que podría escapar del purgatorio.

Además, fue Donoghue quien lo ayudó a escapar.

A Donoghue, quien estaba en la ficha, le invadieron las emociones. Se rio: "¡Ja, ja! M*erda, por fin he salido de ese terrible lugar".

"¡Gracias, Maestro de Secta Wilson!", dijo Donoghue con sinceridad.

Chester sonrió tranquilamente al oír eso. "No tienes que darme las gracias. Si no me hubieras mostrado el camino, no habría podido escapar del purgatorio".

Aunque Donoghue estaba en la ficha de enviado, eso no le impedía comunicarse con Chester. Chester seguía siendo