¡Fum!

¡La celda de la prisión quedó en silencio! ¡Todos allí fruncieron el ceño mientras miraban a Fang Mao!

‘Qué... Qué imprudente. El Maestro lo invitó personalmente pero rechazó su oferta. ¡Incluso acusó al Maestro de ser una amenaza!’.

‘¡Él ya debe estar harto de vivir!’.

El rostro de Zhang Jue se oscureció. Se sintió insultado al ser humillado frente a tantos de sus discípulos.

Todos en la celda de la prisión estaban en una atmósfera sombría. Además de Fang Mao, nadie más podía respirar con tranquilidad.

“¡Bueno, está bien entonces!”.

Finalmente, Zhang Jue no pudo contenerse más y se burló de aquel hombre que estaba frente a él. “¡Cumpliré tu deseo de muerte!”, dijo mientras lanzaba un ataque de palma a la velocidad de un rayo.

La energía interna de Fang Mao ya se había agotado; estaba tan débil que no podía evitar el ataque de palma en absoluto. El ataque de palma aterrizó fuertemente en la vena de su corazón. Gruñó mientras se sobresaltaba y salió volando, dejand