La cara de Lillian se sonrojó, enfurecida.

"Darren, ignóralos", se mordió el labio Lillian y le dijo a Darryl con suavidad.

Todos los miembros de su equipo se habían ido a la Región Secreta Desierta Salvaje a cazar a las bestias, dejándola solo a ella para participar en el torneo. Ella era el blanco de las burlas, pero no quería entretener a la gente que la rodeaba diciendo tonterías.

Lillian se enfadó un poco cuando Darren fue malinterpretado.

Darryl sacudió la cabeza y sonrió, indicando que no le molestaba en absoluto.

De repente, un hombre de mediana edad con un temperamento único se dirigió lentamente hacia el centro del escenario de la batalla. "¡Todos, silencio!".

No era fuerte, pero su voz resonó por todo el valle. Su energía interna debía ser poderosa.

Todas las miradas estaban puestas en él.

Lillian se dio cuenta de que Darryl parecía desconcertado y le explicó en voz baja: "Darren, este es Harris Yammer, del Equipo de Mercenarios el Trueno. El Equipo de Mercenarios