Una discípula de élite se paró fuera de la antesala y anunció cortésmente: “Héctor Berg, el maestro de división de la sucursal en la Ciudad Cloudbrook, está aquí”.

‘¿Héctor Berg?’.

Jackie frunció el ceño con disgusto. “¿Qué está haciendo aquí en lugar de quedarse en la Ciudad Cloudbrook?”.

“Dijo que tenía que verla por algunos asuntos”, respondió el discípulo con miedo.

Jackie dio una profunda respiración y miró a Zhang Jue. “Señor Zhang, un momento, tengo que ir a ver esto”. Luego, se levantó de su asiento y se dirigió al frente.

Mientras tanto, Darryl y Héctor estaban en el salón principal.

‘¡Mald*ción!’.

Darryl se quedó atónito al ver su entorno. El lugar lujosamente renovado parecía un palacio real, y docenas de discípulos de élite estaban parados en el salón principal.

Todos los discípulos eran mujeres de treinta y tantos años. Todas tenían caras bonitas y figuras pequeñas, sin mencionar que también eran bastante poderosas; estaban al menos en el nivel de Emperatriz Marcia