Darryl resistió el impulso y dijo sin rodeos: "¿Qué rayos estás tratando de decir?".

Darryl se habría rendido hace diez años si hubiera visto a una dama tan madura y atractiva.

Sin embargo, Darryl era muy consciente de que la mujer que tenía delante era engreída.

Ella estaba allí por otra razón.

"Oh, Dios".

Rita lo fulminó con la mirada. "¿Tienes que estropear el ambiente? De acuerdo, lo diré entonces".

"Quiero saber si conseguiste esos dos núcleos internos de Emperador Marcial por tu cuenta", afirmó Rita lentamente mientras se sentaba en el sofá junto a Darryl y cruzaba las piernas.

"Claro".

Rita estaba intrigada. "Pero no eres tan poderoso".

Darryl se rio. "Ese es mi pequeño secreto".

¿Cómo podría Darryl ser sincero al ocultar su verdadera fuerza?

"Bueno, no voy a pedir nada más que no deba pedir", comentó Rita mientras le daba un sorbo a su vino y sonreía.

"Me gustaría trabajar con usted. Vender los núcleos internos que tengas en el futuro. Tenga por seguro que le daré u