Donoghue dejó escapar un suspiro mientras pensaba. ‘Maldita sea, acabo de conseguir a Lily para mí y ni siquiera la he probado todavía. Ahora, ¿tendré que regalarla?’.

Para obtener la Píldora Aceleradora, no tuvo más remedio que vender a Lily. "¡Muy bien, Lily Lyndon es tuya!".

"No está mal, no está mal. Eres un hombre inteligente. Una vez que me apodere de esta mujer, tú obtendrás la píldora aceleradora. ¡Esa mujer es comparable a esas celebridades con una piel tan clara y un cuerpo tan atractivo!", aseguró Galvin con una sonrisa lujuriosa.

Donoghue asintió. "Por supuesto, Lily es una presentadora famosa en la que he gastado una fortuna tratando de invitarla a salir. ¡Es tuya si te agrada!".

Donoghue sacó un pequeño paquete de polvo blanco y lo esparció en la bebida de Lily al decir eso.

...

Un callejón estrecho frente al Bar Dinastía estaba ocupado por un grupo de hombres vestidos de negro.

Más de doscientos discípulos de la Secta del Palacio Vida Eterna se reunieron aq