La cara de Darryl se hundió inmediatamente al darse cuenta. Miró los campos y vio cientos de cadáveres de Jinetes de Plumas Celestiales por todo el campo. Aparte de eso, no se veía el Ejército de Moana del Norte. Era evidente que Zhang Jue había planeado el rescate tan pronto como mandó la invasión. Y luego, se retiraría una vez que Darryl hubiera llegado; se lo dejaría a su enemigo.

‘Zhang Jue…’. Darryl apretó los puños mientras sus ojos se enrojecían de puro odio. El despreciable de Zhang Jue nunca había dejado de sorprenderlo. ¿Quién iba a pensar que conspiraría contra Darryl en momentos como ese? Darryl se enfureció y desesperadamente quiso ordenar al Ejército de la Unión que se retirara. Sin embargo, era demasiado tarde, ya que ambos bandos estaban enzarzados en una acalorada batalla.

Mientras tanto, Alaric frunció el ceño mientras buscaba un contraataque eficaz. Debra y Shentel permanecían a su lado sin decir palabra; estaban atónitas ante el imprevisto giro de los acontecimi