Después de que Donoghue se convirtió en monje, su energía cambió drásticamente. Como tal, nadie pudo reconocerlo desde entonces.

Donoghue sonrió y miró a su alrededor mientras decía lentamente: “Todos, según el horario, llegaremos en un día. Por lo tanto, no hay de qué preocuparse. Les sugiero que regresen a sus cabañas para descansar antes de llegar”.

El rostro de Donoghue estaba lleno de bondad, pero sus ojos parecían siniestros.

Todos asintieron tras escuchar eso y luego se dirigieron a sus cabañas para descansar.

Una vez que vio a todos regresar a sus cabañas, Donoghue sonrió con malicia. Su energía interna estalló antes de apuntar sus pies hacia la cubierta y saltar unos metros en el cielo. Después de un fuerte golpe, apareció el Hacha Rompecielos, y lo agarró en su mano.

Desde que Rama lo aceptó como su discípulo, Donoghue no se atrevía a actuar tan imprudentemente ya que le temía al fuerte poder de Rama. Al llegar a la Ciudad Media, le preocupaba que Darryl y los demás lo p