”¿Cómo te atreves a intentar escapar?”.

Ambrose recogió el Martillo del Tirano y quiso ir tras ellos, pero de pronto se estremeció y escupió una bocanada de sangre. Luego, se desplomó y se arrodilló en la playa.

Sus heridas anteriores aún no habían sanado. Después de otra intensa batalla, Ambrose quedó completamente exhausto con su energía totalmente agotada.

“¡Hermano!”.

Eira se acercó rápidamente al ver lo sucedido y ayudó a Ambrose a levantarse antes de preguntarle con preocupación: “¿Estás bien? ¿Estás bien?”.

Ambrose no dijo nada. Solo sacudió la cabeza para indicar que estaba bien.

En ese momento, se sintió tan agotado que ni siquiera tuvo fuerzas para hablar.

¡Vrum! ¡Vrum!

Watson y los demás aprovecharon la oportunidad para conducir rápidamente el barco a la distancia.

“¡Ambrose!”.

En ese momento, Watson se paró en la cubierta y miró a Ambrose. Luego, dijo con un resentimiento indescriptible: “¡Me acordaré de esto! ¡Resolveremos esto algún día!”.

Watson miró el paquet