En ese momento, Debra quería ayudar a Donoghue, pero la Formación Celestial era muy compleja. No podía averiguar en absoluto cómo resolver la formación, por lo que no se atrevió a actuar imprudentemente.

Mientras Darryl atacaba a Donoghue con el apoyo de los Guardias Celestiales, él no se olvidó de Debra. “¡Debra! He atrapado a Donoghue. Ya no estás en peligro. No temas; sal de allí rápido”, le gritó Darryl a Debra.

‘Hace un rato, tuve que tener mucho cuidado ya que Donoghue estaba con Debra. Ahora que lo atrapé, no hay nada de qué preocuparse’, pensó él.

Sin embargo, Darryl se quedó perplejo al ver a Debra quedarse inmóvil en el balcón. Era como si no hubiera escuchado las palabras que dijo.

Darryl se preocupó. ‘¿Qué ocurre? ¿Acaso Debra está siendo envenenada por Donoghue?’.

Él inmediatamente le ordenó a Fred, quien estaba en el suelo: “Fred, saca a Debra rápidamente”.

“¡Sí, Su Majestad!”, respondió Fred.

Fred una vez fue discípulo de Donoghue, pero ahora, le era leal a Darryl