Darryl sacudió la cabeza y le sonrió a Felix.

"Estamos a punto de dejar la frontera de Mistloren. Ya no tienes que despedirnos. Deberías volver".

"De acuerdo, Hermano Darryl", Felix asintió.

Se bajó rápidamente y abrió la puerta para Darryl y Chang Er antes de volver por el mismo camino.

Chang Er suspiró aliviada mientras veía a Felix alejarse. ‘Por fin se ha ido. No necesito escuchar que me llame cuñada'.

"¡Su Majestad!". Darryl miró a Chang Er con una sonrisa.

"Felix tenía razón. Llevamos unas horas en el coche. ¿Por qué no buscamos un lugar para descansar?".

"¡No!", Chang Er respondió con frialdad.

"¿Has llamado coche a ese cascarón de hierro?".

Entonces, Chang Er miró con curiosidad los coches de la concurrida calle que tenía delante. Las mujeres eran criaturas curiosas por naturaleza, y Chang Er era igual. Chang Er llevaba mucho tiempo viviendo en el palacio.

Estaba muy fascinada cuando veía los vehículos en la calle, pero le daba vergüenza preguntar cuando Feli