¡Tum!

Al rato, Eira no dudó en arrodillarse frente a Zhang Jue. Ella lo miró con respeto.

“¡Me inclino ante usted, Maestro!”. Después de hablar, inclinó la cabeza en el suelo y la golpeó tres veces.

“¡Genial!”. Zhang Jue quedó satisfecho con su respuesta y sonrió mientras levantaba la mano. “Muy bien. Ahora levántate”. Él no pudo ocultar su emoción mientras se reía mirando al cielo.

“¡Jaja! ¡Nunca imaginé un día en el que volvería al mundo exterior y reclutar a un discípulo al mismo tiempo! Jaja. Lu Bu, después de atraparme durante tantos años, acabaste muriendo de remordimientos”. Zhang Jue se rio durante unos minutos antes de detenerse.

Su comportamiento era comprensible. Después de estar atrapado durante miles de años, él definitivamente necesitaba liberar toda esa emoción. Luego, miró a Eira con seriedad. “Mi buena discípula, ahora te otorgaré la Escritura Pura Inmortal completa. ¡Debes recordarla con claridad!”.

Él compartió todas las técnicas sin perderse ni una sola