Zhu Bajie se sorprendió al darse cuenta de que Yang Jian había atacado para matarlo. ¡Él rápidamente levantó las manos para crear un escudo protector!

¡Pum!

Un segundo después, la sombra del sable de Yang Jian cortó violentamente el escudo protector. ¡Se escuchó un sonido estremecedor antes de que la pantalla protectora se rompiera instantáneamente!

¡Pff!

Zhu Bajie escupió una bocanada de sangre mientras era arrojado hacia atrás. Finalmente, se estrelló contra la muralla de la ciudad y cayó al suelo.

‘¡M*erda! ¿Cómo pueden los poderes de Yang Jian ser tan aterradores?’.

Zhu Bajie se limpió la sangre de la comisura de sus labios y se puso de pie. Miró a Yang Jian; él estaba conmocionado hasta la médula.

Él había confiado en que podría bloquear el ataque de Yang Jian. Él era el Mariscal de los Juncos Celestiales, lo cual significaba que Zhu Bajie y Yang Jian eran iguales en términos de poder.

Sin embargo, el Emperador Hou Yi había mantenido a Zhu Bajie encerrado durante mil años,