”¡Dama Chang Er!”.

Una vez que el guardia vio los cambios en sus expresiones, dijo con cautela: “El Gran Maestro Erlang ha sido un súbdito leal. Nunca quiso convertirse en el Emperador, pero cuando Su Majestad falleció, el imperio se convirtió en un desastre. Necesitábamos que alguien estabilizara la situación. Así que...”. Él era el confidente de Yang Jian, por lo que quiso explicarle la situación.

Sin embargo, antes de que pudiera terminar su oración, Chang Er lo interrumpió.

“¡Vete! ¡No quiero escucharlo!”, dijo con frialdad mientras su cuerpo temblaba.

El guardia no se atrevió a decir nada más. Respondió y estuvo a punto de abandonar la celda de la prisión.

“¡Espera!”.

Sin embargo, justo en ese momento, Chang Er parecía haber pensado en algo. Señaló a Darryl y a las otras dos mujeres. Ella dijo con frialdad: “¡Llévate también a estos tres campesinos!”.

Ella era la Dama Chang Er y tenía un alto estatus. ¿Cómo podría estar encerrada con tres personas ordinarias? Era muy humill