¡Él se vengaría tarde o temprano!

Sin embargo, en el segundo siguiente, los ojos de Darryl se fijaron en una figura sensual que tenía puesto un vestido largo dorado con exquisitos accesorios de cabeza que complementaban su vestido. Ella era indescriptiblemente elegante y encantadora especialmente con un cuerpo caliente casi impecable. ¡Ella no era otra que Yvette Lane!

El único asunto era su enorme expresión de contraste con la atmósfera festiva de alrededor. Ella estaba sentada allí, aturdida, con una mirada abatida, como si hubiera perdido su espíritu. ¡Era lamentable!

Yvette estaba desanimada y había perdido las ganas de vivir desde que supo que Darryl había muerto. Ella incluso intentó suicidarse unas cuantas veces, pero fue detenida a tiempo.

A ella se le ordenó ver la competencia de hoy a pesar de sentirse extremadamente triste. Ella estaba sentada allí, pero sus ojos no estaban prestando atención a la competencia. En cambio, su mente estaba llena de pensamientos sobre Darryl