Era una vergüenza

Más importante aún, era pura y casta. Ella nunca había tenido contacto estrecho con un hombre. Aunque Ambrose todavía era un niño, era miembro del sexo opuesto.

Cuanto más pensaba en eso, más se enojaba Ophelia. Ella continuó gritando: “Alto. Detente de una vez".

Ambrose estaba molesto por sus gritos. Dijo secamente: “¿Por qué estás gritando? Solo quiero el Elixir Siete Exquisito. No tengo ningún interés en ti".

“Tú...”. El hermoso rostro de Ophelia se sonrojó violentamente. Estaba tan enojada que podía explotar.

No esperaba que un niño como él dijera esas palabras. Había usado un tono tan anticuado que era como si fuera un pequeño adulto.

Lo que más enfureció a Ofelia fue que se la consideraba una diosa en el mundo de los cultivadores. Tenía miles de admiradores secretos, pero el chico la había rechazado con un tono de "no-tengo-ningún-interés-en-ti".

Era una gran humillación

"¡Si te atreves a tocarme una vez más, te romperé las extremidades!". Ofelia gritó c