Yvette se mordió el labio. Ella miró al Agricultor Divino y se disculpó, "Maestro, los soldados vinieron por mí. En realidad... ¡Yo soy la Princesa del Continente del Nuevo Mundo!".

“¿Princesa?”.

No solo el Agricultor Divino y Zhurong, sino incluso su esposa también se sorprendió cuando lo escucharon.

No era de extrañar que su temperamento fuera diferente al de las chicas normales, resulta ser que era una princesa.

Yvette tenía una mirada complicada mientras se disculpaba con el Agricultor Divino, "Maestro, sé que vive en reclusión aquí y no quiere que lo molesten, así que decidí que voy a seguir a los soldados del Nuevo Mundo y regresar al Continente del Nuevo Mundo!".

Yvette se sintió muy avergonzada después de decir: "Es solo que, por ahora, no puedo ser su asistente médico...".

El Agricultor Divino se rio de repente y miró gentilmente a Yvette. "Niña tonta, te pedí que fueras mi asistente médico al principio solo para poner a prueba tu sinceridad. Estás en la cima de tu vida.